La Basílica del Salvador, en su estilo neogótico, se construyó, originalmente, en albañilería simple sin refuerzos metálicos o de hormigón armado.
A lo largo de su historia ha sufrido diversos daños, fundamentalmente en los terremotos de 1906, 1985 y 2011.
Producto de los mismos, fue intervenida fuertemente en los años 1930 (proyecto de Josué Smith Solar), quien diseñó una nueva fachada, que además de estucos y decoraciones nuevas, incorporó refuerzos de hormigón armado, en muros y cubierta.
Luego del terremoto de 1985, cuando colapsaron los muros, cubiertas y vitrales del transepto, además de dos columnas de la nave, se
reconstruyó parcialmente, incorporando estructuras de hormigón armado y nuevos vitrales, además de nuevas decoraciones en el interior. Adicionalmente se ejecutaron obras de refuerzo provisorio en otras zonas de la iglesia, que lamentablemente nunca se completaron definitivamente.
Sin haber acabado su reconstrucción, el terremoto de 2010 destruyó numerosas estructuras, especialmente en los muros oriente y poniente, una columna interior y porciones muy importantes del cielo decorado y los corredores exteriores.
De modo de tener toda la información necesaria, para una óptima recuperación de la Basílica del Salvador, se ha realizado un profundo y multidisciplinario diagnóstico del edificio.
Este diagnóstico ha abarcado desde el estudio histórico y urbano, al levantamiento arquitectónico, estructural y constructivo de la iglesia, haciendo uso de las herramientas y técnicas más modernas.
Este levantamiento crítico corresponde a un acopio y análisis acucioso de información, que constituye la base de las siguientes etapas tanto para el proyecto de restauración y rehabilitación, como para la posterior ejecución de obras. Su objetivo es establecer la geometría acabada del inmueble y el estado de conservación en el cual se encuentra, en sus aspectos constructivos, arquitectónicos, artísticos y especialmente estructurales.
Se ha realizado un levantamiento láser del inmueble, que ha permitido generar un modelo de 8,2 billones de puntos de la geometría actual del edificio, identificando todas las grietas, desprendimientos y desaplomes tanto en su estructura, como en sus elementos arquitectónicos y artísticos.
El levantamiento láser ha sido complementado por visitas de expertos a terreno, sondajes y fotografías de alta resolución, tomadas algunas desde un helicóptero teledirigido.
Producto de lo anterior se han generado planos, modelos 3D y fichas detalladas del edificio y de sus detalles, inventariando cada uno de los objetos artísticos que lo adornan.
Especial interés tienen los estudios que se están realizando de los 26 vitrales existentes en la Basílica y ejecutados a fines del s. XIX por la destacada y antigua empresa alemana Mayer’sche Hofkunstanstalt, cinco de los cuales se encuentran lamentablemente destruidos.
Así mismo, el también alemán Órgano Sauer, que ocupaba el coro para las ceremonias religiosas de la Basílica por casi un siglo, y destruido por el terremoto de 1985, ha sido completamente inventariado y registrado de modo de encarar adecuadamente su restauración.
De los diversos estudios y trabajos de ingeniería realizados por la empresa Sirve S.A., los ingenieros Juan Carlos de la Llera y Carl Lüders concluyen que es plenamente factible y recomendable la utilización de la tecnología de aislamiento sísmico en la recuperación estructural y sísmica de la Basílica. Ello, mediante la instalación de 54 aisladores en el subsuelo, los que dotarán a toda la estructura de una gran seguridad gracias a una reducción esperada de un 90% en los esfuerzos sísmicos de diseño de todos los elementos de la Basílica por sobre el nivel de aislamiento. Así, la nueva Basílica podrá enfrentar esencialmente, sin daño estructural, los movimientos del suelo provenientes de futuros terremotos severos.
A partir de la modelación estructural del edificio, se han detectado además los puntos críticos y definido las soluciones estructurales para el afianzamiento y reforzamiento de los mismos mediante intervenciones acotadas y poco invasivas. Esto afectando en forma limitada la geometría y la decoración de la estructura existente.
Todo lo anterior forma parte del Estudio de Factibilidad Estructural suscrito por la empresa y los especialistas estructurales y sísmicos indicados.
De los estudios arquitectónicos, patrimoniales y de restauración artística realizados, las principales conclusiones a las que llega la empresa de Arquitectura TANDEM son:
El daño arquitectónico de la Basílica está principalmente localizado en las zonas de los muros y bóvedas de las naves laterales y en el arco ojival que está sobre el coro.
Se verifica la factibilidad de la reparación y recuperación de la totalidad de las obras de arte que se encuentran, tanto al interior como al exterior del templo.
Se ratifica el alto valor patrimonial de los vitrales confeccionados por el taller alemán Mayer. De los 26 vitrales de la Basílica, se concluye que 21 de ellos son restaurables. Existen los materiales y equipos técnicos para ejecutar su restauración.
El órgano alemán Sauer, considerado el órgano mas grande de Santiago, tiene sus tubos de bronce en buen estado. El diagnóstico de las piezas de la estructura de madera y metálica indica que es totalmente posible la restauración o reconstrucción de los elementos dañados.